miércoles, 29 de abril de 2009

Caja Brillo


En 1964 Andy Warhol presentó en la galería Stable de Nueva York
un envase de bayetas enjabonadas de la marca Brillo.


Una obra de arte salida de la estantería del supermercado para quedarse en la vitrina de un museo que ocasionó una gran conmoción en la sociedad y una nueva polémica en los círculos intelectuales y del mercado del arte.
Apiladas unas encima de otras, los visitantes del museo no sabían si formaba parte de la exposición o no.

¿Ya no había distinciones entre el arte y la realidad? ¿todo podía ser arte y así nada podía serlo? ¿qué hace que las cajas de Warhol fueran arte y las de los supermercados con el mismo formato y color no lo fueran?...
Múltiples cuestiones de difíciles respuestas. Pero es indiscutible que con ello, en un determinado momento de la historia, Warhol puso fin a la trayectoria establecida del arte occidental y dio lugar a un pluralismo que ha cambiado la forma de hacer, percibir y exponer el arte.


Andy Warhol con sus cajas Brillo