Norbert Wiener (1894 - 1964) estadounidense conocido como el fundador de la cibernética, era el típico matemático despistado.
En cierta ocasión su familia se mudó a un pueblo muy cercano a donde vivían antes. Su esposa, conociéndole, decidió que no participara en el cambio de casa y le sugirió que fuera a la Universidad, así ella se encargó de la mudanza.
Tras repetirle cientos de veces (quizás más) que se mudaban tal día, el día D le dio una hoja de papel con la nueva dirección porque estaba absolutamente segura de que lo iba a olvidar.
Desgraciadamente, Norbert Wiener usó este papel para resolverle por la otra cara una duda a un estudiante y cuando volvió por la tarde a su casa, por supuesto, se olvidó de que se habían mudado.
Su primera reacción al llegar a su antigua casa y verla vacía fue la de pensar que le habían robado, y entonces recordó lo de la mudanza. Como tampoco conseguía recordar a dónde se habían mudado y no tenía el papel, salió a la calle bastante preocupado y vio una chica que se acercaba; entonces le dijo:
- Perdone, pero es que yo vivía aquí antes y no consigo recordar...
- No te preocupes, papá, mamá me ha mandado a recogerte.
(Los Matemáticos no son gente seria, Cl. Alsina, M. De Guzmán, Ed. Rubes, 1998)
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1 comentario:
Es cierto que en el caso de determinadas personas existe una correlación entre una gran inteligencia y una inmensa torpeza.
Estoy seguro de que llegará el día donde se demuestra mi teoría de que un hacedor tiene un conjunto de cualidades a dar a cada persona y si te sobra de un lado no te puede dar del otro.
Tiene todo el sentido del mundo.
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